Hagamos el siguiente ejercicio mental:
Supongamos que al final de los 10 años quedan pendientes unos $200.000. Si a este lo dividimos en 60 meses (5 años) nos da $3.333 de capital puro mensual, a lo que hay que sumar los intereses y el gasto administrativo por lo que arrojaría una cuota de aproximadamente $4500 o $5000. Si a esto agregamos la condición actual para créditos hipotecarios donde la cuota no puede superar el 30% del salario, solamente podrán acceder a este tipo de línea crediticia las personas que perciban un salario mayor a los $15.000 mensuales.
Creemos que la problemática habitacional se encuentra en otra franja de la sociedad, ya que las personas con ingresos mayores a $15.000 tienen otras oportunidades de acceder a la vivienda propia.
Hoy en día vemos como grandes bancos norteamericanos se derrumban debido a sus líneas de hipotecas sin solvencia y ponen en peligro al sistema financiero.
Cuando nos sentaremos a plantear soluciones a los problemas reales. Dejemos de crear falsas expectativas o emparchar el presente sin pensar en el futuro (como ser las regalías adelantadas de las petroleras).
No despilfarremos los recursos provinciales porque si hay una nueva ley de coparticipación seguramente disminuirá nuestro porcentaje (el actual no es acorde con lo que se aporta al país, ni con la población, ni con la extensión territorial).