domingo, 9 de noviembre de 2008

AFJP Un negoción para unos pocos

Ushuaia – Cada día me asombra más escuchar a gente común despotricar contra la estatización de las AFJP o mejor dicho con la eliminación del régimen de AFJP.
Creo que los multimedios han realizado muy bien su trabajo logrando sus objetivos básicos: boicotear cualquier intento de cambio del actual sistema de poder económico imperante.
Antes con la 125 que imponía retenciones móviles, luego con la estatización de aerolíneas argentinas y ahora con la eliminación del régimen de AFJP que no dio resultados positivos en ninguna parte del mundo.
Para evitar la superinfluencia de los multimedios sería importante conocer algunos datos básicos del sistema.

“…La rentabilidad promedio para el período anual finalizado el 30 de septiembre fue del -2,25 por ciento. En total llevan perdidos 8000 millones de pesos durante 2008, un 9 por ciento del total de los fondos. Ese capital, además, perdió aproximadamente un 20 por ciento contra la inflación. Es decir que los fondos deberían sumar 120 mil millones de pesos y sólo suman 90 mil. El 27 por ciento perdido se verá reflejado en las jubilaciones futuras….(Fuente Página 12)”

Las altísimas comisiones y la mala administración hizo que los jubilados de las AFJP terminaran cobrando mucho menos que los que se quedaron en el sistema de reparto (Para que llegaran a la jubilación mínima el Estado tuvo que desembolsar varios miles de millones). En los primeros años llegaron a quedarse con el 30 por ciento de los aportes. El 33 por ciento del costo total de una AFJP es el pago de haberes a sus principales ejecutivos. El segundo gasto es el de promoción, fundamentalmente el salario de los promotores.

Estos hechos hacen que el estado tenga que mediar para evitar que muchos jubilados que hoy se encuentran en el sistema de reparto de AFJP no reciban una jubilación paupérrima el día de mañana, mientras que los ejecutivos de las administradoras siguieran recibiendo cifras fabulosas en concepto de sueldos y premios.

Entendamos que hasta los Yankis están viendo que la intervención del Estado en la economía y el mercado es necesaria para la protección de la mayoría. Nos encontramos frente a la caída estrepitosa del neoliberalismo que pregonaba la nula intervención del estado. No seamos necios, el mundo se dirige con un nuevo rumbo y nuestro país está en esa frecuencia.