miércoles, 17 de octubre de 2007

El pueblo debe participar


El 17 de Octubre considerado como el día de la lealtad, fue uno de los las días más emblemáticos de la reacción popular junto al cacerolazo del 2001. El pueblo se unió para solicitar lo que quería. Vinieron desde el sur del conurbano bonaerense cruzando el Riachuelo en botes o a nado después de que la policía levantara el puente, desde el oeste atravesando toda la capital y por el norte desde de la zona de fábricas en San Martín y aledaños. El pueblo que estaba de acuerdo con un proyecto nacional marchó con expectativa, los trabajadores se daban cuenta que eran protagonistas de un presente y que participando podían ser parte de un futuro promisorio.
La participación del pueblo; nuestros ancianos, los trabajadores y las trabajadoras, la juventud, es esencial para la mejoría del sistema en que vivimos. Todos somos parte de la sociedad y por eso tenemos más que el derecho, la obligación de participar de la manera en que podamos; en los partidos políticos, en las cooperativas de los colegios, en los comedores escolares, en las asociaciones barriales, en los centros comunitarios, en cualquier lado que se pueda colaborar para reafirmar los lazos de solidaridad. Porque los espacios existen y si no los ocupamos aquellos que pretendemos una sociedad mejor, lo siguen haciendo aquellos que hacen prevalecer sus intereses personales. Emulemos a nuestros viejos y seamos protagonistas del presente para influir en el futuro de nuestros hijos y nietos.

Que se hagan cargo

Ushuaia - A diferencia de lo que plantea el subcomandante Marcos (anteriormente Augusto Cesar Sandino), la tierra es del que la trabaja, o haciendo analogía en nuestro caso la tierra debe ser del que la habita. Nos duele en el alma que haya funcionarios de turno (sobre todo del ejecutivo) que se olvidan que a pesar de la campaña, siguen siendo funcionarios y que hace doce años que creen en una ciudad que no crece por decreto, que las tierras municipales hay que reservarlas para emprendimientos turísticos, que aquellos que llegaron primero tienen mayores derechos que los nuevos (generando el enfrentamiento en el pueblo), olvidándonos que las ocupaciones (aunque algunos prefieran llamarlas intrusamientos) se producen porque no existe una política de tierras planificada, donde la obligación del funcionario es adelantarse a los hechos y urbanizar lo que posiblemente se pueble. De esta manera se podría regular los valores de los alquileres y toda persona haría valer el derecho de una vivienda digna.
Recordemos que la última urbanización, con entrega de terrenos, que se hizo en la ciudad de Ushuaia fue el barrio Malvinas Argentinas cuando todavía existía la secretaría de tierras, antes que el municipio se transformara en una empresa de servicios, como lo fue hasta ahora.
Está en nosotros no permitir que esto siga ocurriendo. Tenemos que expresarnos solicitando lo que queremos para nuestra ciudad, participando de las propuestas de los candidatos a intendentes y después de las elecciones exigirle a quien triunfe que cumpla con lo que los ciudadanos necesitamos; polideportivos, piletas, salud, servicios, en fin, soluciones a todas las demandas de la sociedad.